La nariz roja de Mònica

La mañana del 30 de Julio me desperté y nada más abrir la puerta de mi habitación encontré unos globos de colores atados a la barandilla de la escalera del piso de arriba. Tenían escritos mensajes de felicitación y uno de ellos especificaba que avisara antes de bajar.

Mònica y su nariz

Así que lo hice con un “BON DIAAAAA!!!!” (Buenos días). Entonces me entretuvieron dejándome un ordenador para que contestara a los muuuuchos mensajes que recibí aquél día. Mientras, mis amigos (Elisabet y Jordi), montaron un desayuno en el jardín de su casa lleno de detalles: globos en la verja de la entrada, un rinconcito “chill-out” y una mesa improvisada llena de cositas ricas; entre ellas, unos muffins con velas encima para soplar : )  El primer regalo fue una nariz de payaso que tuve que usar a lo largo del día para poner a prueba mis dotes de clown,jiji…pues hice un taller unos días antes.

Todavía en pijama, encontré a Sílvia, Martín y Lekilyolotl que vinieron a felicitarme y a traer un par de suculentos regalos: el insuperable helado de mango que prepara Martín y un auténtico chocolate de Oaxaca, genial!

Mònica y LekilLekil se quedó para acompañarme en las pruebas y me brindó su alegría y complicidad. Después de una duchita, y con la nariz puesta, fuimos a la calle donde el juego consistía en regalar globos a la gente con mensajes bonitos. Las reacciones fueron todas muy buenas.

regalando globosLuego nos fuimos por sorpresa al Arcotete, un parque ecoturístico que está a las afueras de San Cristóbal. ¡Precioso!  Ahí montamos un picnic y siguieron las pruebas para conseguir lindos regalos: una cajita preciosa para guardar de todo:  recuerdos, mi nariz… ; ) También una faja morada, típica mexicana; su función no es sólo ornamental sino que simboliza la protección de la feminidad. También una libreta artesanal hecha de papel reciclado, muy bonita.

El tiempo pasó volando y, después de visitar unas cuevas, regresamos a casa para hacer un descanso. Ya cuando oscureció, me llevaron a cenar a un local con música en directo. Allí nos reunimos con más amigos de Eli. ¡Fantástica cena mejicana!

Fue un cumpleaños que nunca olvidaré: distinto, original, especial y, sobre todo, lleno de amor, amistad y cariño. ¿Qué más se puede pedir?

Mònica Barberà

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